
12 de diciembre de 2024
España está dando un paso decisivo hacia una economía circular, liderando en Europa el desarrollo del reciclado químico, una tecnología capaz de transformar plásticos complejos en nuevos materiales y recursos útiles. Con una capacidad proyectada de 1,2 millones de toneladas anuales para 2030, el país se consolida como referente en innovación aplicada a la gestión sostenible de residuos.
Más allá del reciclaje mecánico: esta tecnología descompone químicamente los residuos plásticos que no pueden ser reciclados por métodos tradicionales, convirtiéndolos nuevamente en materias primas utilizables.
Menor dependencia de recursos vírgenes: al reintroducir materiales recuperados en la cadena industrial, se reduce significativamente la extracción de petróleo y la producción de plásticos nuevos.
Compatibilidad industrial: el reciclado químico puede integrarse en las infraestructuras existentes, utilizando equipamiento y procesos que minimizan los impactos ambientales adicionales.
Liderazgo europeo: España se posiciona como pionera en esta tecnología, atrayendo inversión, investigación y empleo verde mientras impulsa el cumplimiento de los objetivos climáticos de la UE.
Reducción de emisiones: al evitar la incineración y dar nueva vida a los residuos, esta innovación contribuye a una menor huella de carbono y a un uso más eficiente de los recursos.
El reciclado químico representa una alternativa tangible frente al modelo lineal de “usar y desechar”, y refuerza la idea de que el residuo puede convertirse en materia prima. Además, su combinación con el reciclaje mecánico tradicional permite alcanzar tasas de recuperación mucho más altas, avanzando hacia una economía verdaderamente regenerativa.
En New Value creemos que la sostenibilidad también se construye desde la innovación. Transformar los residuos en recursos no es solo un avance tecnológico, sino una declaración de principios: la economía del futuro será circular, o no será sostenible.