El agua es el recurso más esencial para la vida y, simultáneamente, uno de los más amenazados por el cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación. Ante esta realidad, Europa destinará 15.000 millones de euros a reforzar su estrategia hídrica y garantizar la disponibilidad de agua limpia y segura para todos. Una inversión que representa no solo una apuesta ambiental, sino también una medida crucial de resiliencia y justicia social.

Un continente cada vez más sediento

• Estrés hídrico en aumento: actualmente, 4 de cada 10 europeos viven en zonas con escasez de agua, una cifra que podría incrementarse significativamente en la próxima década. Las sequías prolongadas y la mala gestión de los recursos aceleran la crisis.

• Presión sobre ecosistemas acuáticos: la pérdida de humedales, la contaminación agrícola e industrial y la reducción del caudal natural de los ríos comprometen la biodiversidad y el equilibrio del ciclo del agua.

Prioridades de inversión: infraestructura verde y sostenibilidad hídrica

El nuevo paquete financiero europeo busca preservar y restaurar el agua como bien común, con un enfoque integrador y basado en la naturaleza:

1. Redes de distribución más eficientes: modernización de las infraestructuras urbanas para minimizar fugas y desperdicios.

2. Reutilización y depuración avanzada: impulso a sistemas de tratamiento y reutilización de aguas residuales, especialmente en entornos agrícolas e industriales.

3. Soluciones basadas en la naturaleza: restauración de ríos, humedales y acuíferos para mejorar la retención y filtrado del agua de manera natural.

4. Acceso equitativo: garantizar que las zonas rurales y vulnerables cuenten con un suministro estable y de calidad, reduciendo brechas territoriales.

Cuidar el agua es cuidar la vida

El agua conecta todos los aspectos del desarrollo sostenible: la salud, la agricultura, la energía y la economía. Invertir en su protección significa proteger el futuro del planeta y asegurar el bienestar de las generaciones venideras.

En New Value creemos que cada inversión que preserve el agua es una inversión en vida. Porque solo un planeta con recursos hídricos saludables puede sostener sociedades prósperas, justas y resilientes.