Cada 31 de agosto se celebra el Día Mundial del Lago, una fecha que nos recuerda la importancia de estos ecosistemas como fuentes de vida, equilibrio climático y biodiversidad. Aunque solo cubren el 3 % de la superficie terrestre, los lagos albergan alrededor del 12 % de todas las especies del planeta y son fundamentales para el suministro de agua, la regulación de temperaturas y la supervivencia de comunidades enteras.

Los lagos, en estado de emergencia ambiental

Los datos científicos dibujan una realidad preocupante para estos ecosistemas:

1. Pérdida dramática de humedales: en los últimos tres siglos, el planeta ha perdido el 85 % de sus humedales y lagos naturales, reduciendo drásticamente su capacidad de almacenar agua y refugiar biodiversidad.

2. Presión humana y climática: la sobreexplotación de recursos hídricos, la contaminación agrícola e industrial y el cambio climático están acelerando su deterioro. Muchas masas de agua ya muestran desequilibrios irreversibles en calidad y volumen.

3. Desgaste hídrico global: estudios recientes que analizan más de 1,4 millones de lagos han identificado una evaporación creciente, vinculada al aumento de las temperaturas y al uso insostenible de agua dulce.

Guardianes silenciosos del equilibrio

Los lagos son auténticos reguladores del sistema terrestre. A través del almacenamiento de agua, la captura de carbono y la moderación de extremos climáticos, ayudan a mantener estable el planeta. Además, sostienen la pesca, la agricultura y numerosas culturas dependientes de sus ecosistemas.

Restaurar para no perder el futuro

Proteger los lagos implica actuar desde múltiples niveles:

• Reducir la contaminación industrial y agrícola.

• Gestionar de forma sostenible los recursos hídricos.

• Restaurar humedales degradados y reforzar la conectividad ecológica.

• Impulsar políticas internacionales para la conservación del agua dulce.

En New Value creemos que la protección y restauración de los lagos no admite demora. Son los pulmones azules de la Tierra y los guardianes del agua futura. Si sus aguas se agotan, también se seca la posibilidad de un desarrollo sostenible y de una vida en equilibrio con la naturaleza.